En preparación para mi viaje a España este verano, tenía buenas expectativas. En general, pienso que no debería tener demasiadas expectativas buenas pero en este caso, tenía suerte y casi todas de esas fueron verdad.
Deseaba encontrar amigos nuevos de Utah y España. Con mis compañeros en el programa de Utah y mis hermanos Españoles este era muy fácil. Cuando me di cuenta que casi todos los estudiantes de Utah no nos conocíamos entre nosotros, estuve aliviado. Por esta razón, los estudiantes estaban muy amables y amistosos. En adicción, mi hermana y hermano Español salieron conmigo a conciertos y a bares y me presentaron a sus amigos.
Sin duda, aprendí mucho Español. Además, aprendí más que la lengua. Aprendí como viven los Españoles y los Asturianos. Participé en el Martes de Campo, fui a algunas playas, conocí sitios turísticos, vi los equipos de España y EE. UU. ganaron los dos partidos de La Copa Mundial, escalé algunas montañas, bailé en las discotecas, probé comida distinta, aprendí a escanciar sidra y más cosas.
Como pensé, haría desafíos. La cosa más difícil de mi viaje fue que, cuando cogí un autobús incorrecto y llegué a Alicante. Después de una vuelta desde Colorado hasta Madrid, tomé autobuses durante casi catorce horas. Estoy seguro que no fue divertido, pero fue una aventura y fue interesante también.
Finalmente, este viaje ha sido espectacular y muy memorable ¡y no está terminado! Algunos de mis compañeros de Utah y yo, viajaremos a Madrid, Málaga, Barcelona y Pamplona. Las fotos, memorias e historias de mis excursiones este verano serán buenos para recordar en toda mi vida. Echaré mucho de menos a Oviedo.